Cho ya tenía un lugar donde quedarse. Sin embargo, aún le faltaban muchas cosas por resolver, empezando por el nuevo trabajo que tenía que conseguir, comprar ropa, los entrenamientos, ¿qué pasaría con ellos?, y la escuela, ¿podría seguir estudiando?, aún no lo sabía, pero trataría de retomar su vida lo más normal que podía. 

Así que, siguiendo el consejo de Jaz y después de darse una ducha en el baño del gimnasio, donde asistía, decidió ir a casa de Sabina para contarle todo lo que había pasado, y ponerla al tanto de la situación, una en la que nunca pensó estar. 

⏤ ¡Chou! ⏤ escuchó el grito de Jo desde la puerta de la casa, y momentos después la niña de cinco años abrió la puerta y se echó a sus brazos. 

El chico la cargo, la abrazó y le dio un beso sobre la mejilla ⏤ Hmmmm… hueles a chocolate. 

⏤ Es que estaba haciendo un cake ⏤ presumió. 

⏤ Y, ¿me vas a dar? ⏤ inquirió tierno. 

⏤ Sí, aunque es para Alfredo Salgado, el niño que me gusta ⏤ confesó. 

Cho la vio a los ojos y luego puso un rostro de tristeza ⏤ ¿A caso me has cambiado por otro? 

⏤ No Chou, yo te quiero mucho ⏤ le dijo ella, para darle un beso ⏤ y luego te haré un cake a ti. 

⏤ Vale… 

Justo cuando iban entrando, Sabina bajó las escaleras y fue hacia ellos. ⏤ ¿Cómo le puedo hacer entender a Jo que eres mi novio y no de ella? ⏤ bromeó, al ver a su hermana atada al cuerpo de su gallardo novio. 

⏤ No te preocupes, pronto seré cambiado por Alfredo Salgado ⏤ le respondió, para darle un beso ligero en los labios. 

Jo se bajó de los brazos de Cho y luego corrió hacia la cocina para seguir horneando el pastel. Cho volteó a ver Sabina ⏤¿podemos platicar? ⏤ le pidió. 

Ella asintió con la cabeza y los dos caminaron hacia la sala, tomados de la mano y se sentaron en la sala. Ella de inmediato le dio otro beso, uno más apasionado que el otro que le había dado en frente de su hermana. ⏤ Tenía ganas de verte, y eso que han pasado solo un día. 

Cho, sonrío levemente y luego acarició su rostro ⏤ Sirena, tengo algo muy importante que decirte ⏤ habló el chico, alertando a Sabina de inmediato. 

⏤ ¿Cómo qué?, ¿todo bien? ⏤ inquirió de inmediato. 

Adrián, no sabía por qué le costaba tanto confesar esto, como si fuese algo de malo o en otras palabras, su culpa. ⏤ Pues, ha cambiado algo. 

⏤ ¿Cambiado algo? ⏤ preguntó Sabina, y se acercó más a él. ⏤ Por el amor de Dios, hombre, dime qué pasa. 

⏤ Mis padres me corrieron ayer por la noche de la casa ⏤ confesó. 

Sabina abrió los ojos, y luego se echó a sus brazos y le dio un beso sobre la mejilla ⏤ ¡Ay amor!, no puedo creer que haya pasado. ¿Dónde estás viviendo?, ¿quieres hacerlo aquí?, mira que Sila puede vivir en casa de mi tío Manuel y tú… 

Cho sonrío, se separó de ella y acarició su rostro.⏤ Tranquila, ya lo tengo resulto. Jaz me ha brindado ayuda. 

⏤¿Jaz?⏤ dijo Sabina, bastante sorprendida. 

⏤ Sí, Jaz. Él me dio una habitación arriba del café. Es un desastre, así que no te invitaré hasta que la adecente. 

⏤ Pero, pero… tus estudios y la gimnasia, y…

Cho le dio un beso sobre los labios, y la tranquilizó ⏤ todo se arreglará Sirena, ya lo verás. 

⏤ Lo sé, pero has logrado tanto y ahora… 

⏤ Lograré más ⏤ le comentó. 

La Sirena vio la ropa de su novio y se rio bajito ⏤ ¿qué es esto que estás vistiendo? 

⏤ Ropa vieja de Jaz. Lo único que puedo coger cuando me corrieron fue mi móvil y el auto, toda la ropa se quedó en casa de mis padres. 

⏤ ¿Qué? ⏤ volvió a sorprenderse Sabina.⏤ ¿Solamente eso?, y ¿tu medalla? 

⏤ Meh, supongo que ganaré otra ⏤ habló Cho, tratando de ser positivo y sin darle importancia. 

⏤ Nada de “Meh”, esa medalla te costó años de entrenamiento y sobre todo, sacrificios. 

⏤ Lo sé… 

⏤ Y ahora, ¿te la roban?, no, claro que no… iremos ahora mismo y la recuperaremos y… 

⏤ Sabina… 

⏤ Es que no es justo, además, ¿qué razón tienen para correrte de la casa?, ¿qué les pasa? Eres un hombre bueno, cumplido, sano, ¿qué más quieren de ti?, ¡por qué lo hicieron! 

⏤ Porque me negué a casarme con alguien más ⏤ habló finalmente Cho, y el silencio entre los dos se hizo de nuevo. ⏤ Mis padres jamás estarán de acuerdo de que tenga una relación contigo, y tengo el presentimiento de que tienen un juego turbio por ahí y querían incluirme. Así que, ayer, que llegué de Ibiza, me dieron la bienvenida con la sorpresa de que me casaría con una chica apellidada Bae, y me iría a vivir a Corea del Sur. Me opuse, les dije que estaba enamorado de ti y… 

⏤ ¡Ay, hombre! ⏤ expresó Sabina, para después ir a sus brazos y darle el abrazo tan cálido y tan lleno de amor. ⏤ Lo siento. 

⏤ ¿Qué es lo que sientes?, ¿eh?, no hay nada que lamentar. Te amo y quiero estar contigo. 

Sabina comenzó a llorar.⏤ Pero ahora estás en la calle, y no tienes ropa y no tienes nada. 

⏤ Pero, te tengo a ti, ¿qué no? ⏤ y diciendo esto le secó las lágrimas con las huellas de los dedos pulgares ⏤ y para mí eres lo más valioso del mundo, más que una medalla de oro o ropa… incluso un auto. 

⏤¿Qué hiciste con el auto? ⏤ le preguntó ella. 

⏤ Lo vendí. Tenía que comprar una cama ⏤ le comentó. 

Sabina acarició su mejilla.⏤ Tanto trabajo que te costó ahorrar. 

⏤ Lo sé… y ya no podré ir por Jon y Jo a la escuela los jueves, y menos besarnos en el asiento de atrás. 

⏤ Era un asiento cómodo ⏤ bromeó ella, y ambos se rieron bajito. Sabina besó a Cho sobre los labios para luego rozar su nariz con la de él.⏤ Te amo, te amo como no he amado a nadie. Me duele lo que pasas y te pido que me dejes ayudarte, ¿sí?. Le diré a mis padres que te den una beca para que sigas estudiando, lo hacen todo  el tiempo y si eres tú lo harán sin chistar. 

⏤ Sirena… no. 

⏤ Venga… ¿No me puedes decir qué no cuando sabes que te la darán por todo lo que haces por ellos?, venga, déjame hablar con ellos, seguro que dicen que sí, anda. 

A la mente de Cho vinieron las palabras de Jaz, las últimas que le dijo antes de salir y tomar cuatro metros para llegar a casa de Sabina: “Aceptar ayuda no te hace débil, solo significa que eres amado”. 

⏤ Vale, está bien. 

⏤¡Verás que todo saldrá bien, amor! ⏤ mencionó ella feliz, para abrazarla de nuevo.⏤ Ahora, te daré unas cuántas cosas para tu nueva cama, ¿qué necesitas? 

⏤ Nada Sabi, en verdad, me dieron suficiente dinero por el auto y tengo para comer y comprar cosas para mi nueva cama. 

⏤ ¿Seguro? ⏤ preguntó. 

⏤ Seguro… me las arreglaré. No te fallaré. 

La última frase hizo que Sabina sonriera. ⏤ Lo sé. Te amo Cho. 

⏤ Te amo, Sirena. Te amo más que nada en este mundo. 

⏤ No te fallaré ⏤ repitió ella sus palabras, para después abrazarlo. ⏤ No estás solo, y lo sabes, ¿cierto? 

⏤ Lo sé… ⏤ respondió Cho, enamorado, para luego estrecharla fuerte entre sus brazos. ⏤ Eres la mejor decisión de mi vida. 

Así, Sabina y Cho superaban su primera situación juntos, una de las tantas que deberían enfrentar en su noviazgo y que les daría más pruebas que una competencia olímpica. También ese día, Cho no solo saldría de casa de su novia con un montón de sábanas, cobijas y toallas dadas por María Julia, sino también con una beca completa para estudiar odontología en la misma escuela donde estaba, y con lo mejor, una gran familia que le dio todo el apoyo sin dudarlo ni un segundo. Por eso Cho supo que había tomado la decisión correcta.