Capítulo 6: ¡ Tengo el trabajo!

Tenía que ponerme manos a la obra, tanto con el diseño de los vestidos como con el taller, por lo que recurría a mi padre para poder lograr lo segundo. Le expliqué lo que estaba pasando, y él con gusto me dijo que mandaría trabajadores para que en seguida pudieran ayudarme a armar el taller, que solo yo me concentrara en los diseños de mi posible nueva clienta. 

No voy a mentir, la verdad me encantó que ellos se pudieran encargarse de todo, incluyendo el aire acondicionado, aunque lo que el señor me dijo era verdad, estaban agotados, por lo que tardaría un poco más. 

Sin embargo, yo me olvidé del asunto y me concentré en diseñar lo que yo llamé, los vestidos de mi vida. Tenía que salir todo perfecto, ya que con el carácter de Cassandra supe que sería una novia muy exigente.  Como sé que se casará el próximo verano, hice los vestidos ligeros, y vaporosos, utilizando las hermosas telas blancas, rosadas y la tela especial de la familia. 

Cuando se los enseñé, en el cuarto de hotel, donde se hospeda, se quedó con la boca abierta y de los seis diseños que le hice, tomó tres, para luego tomar los otros tres y pedirme que los rompiera. Evidentemente, mi rostro de sorpresa no se hizo notar. 

⏤ ¿Qué? ⏤ me preguntó, mientras me veía al rostro. 

⏤ ¿Por qué habría de romperlo? 

⏤ Porque es el trato, no quiero que ese modelo lo use alguien más, ¿entiendes? 

⏤ Pero, ni siquiera lo has considerado, así que no… 

⏤ Mena ⏤ me interrumpe ⏤ tienes el trabajo, puedes hacerlo, lo único que necesitas es romper esos diseños. 

Me quedo en silencio. En verdad me siento chantajeada por ella, pero, también pienso en que necesito el trabajo y que esto me puede ayudar. Cassandra me da los diseños y me sonríe. 

⏤ Lo haré, los romperé. 

⏤ No, hazlo, aquí, ahora ⏤ me pide, y se baja las gafas de sol para verme. ⏤ Venga. 

Tomo las dos cartulinas, las pongo entre mis dedos y en cuánto estoy a punto de jalar para romperlo, ella me para. ⏤ ¡Guau!, sí que estás dispuesta a esto ⏤ y se ríe. Me quedo en silencio, ahora no solo me siento chantajeada sino como una tonta. Ella se sube las gafas, y saca de su bolsa un fajo de dinero y me lo entrega. ⏤ Es un adelanto. 

⏤ Pero, ni siquiera le he dado el precio y… 

⏤ El dinero no es problema, Mena, yo puedo pagar lo que me digas. Sean decenas, centenas o millones, así que no pasa nada. 

Tomo el fajo entre mis manos y juro que no había visto tanto dinero junto. Digo, sé que mi familia tiene unas cuentas de banco envidiables, que mi seguro y fideicomiso tiene igual cifras increíbles, pero acostumbrada a traer unos cuantos euros en la cartera, esto va más allá de lo que yo puedo contar. 

⏤ Te haré un recibo. 

⏤ No, no… de eso no te preocupes, sé muy bien lo que te estoy dando ⏤ contesta, para luego sonreírme. Después, me da una hoja de papel con una dirección.⏤ Ve a esta dirección, es el local donde están las telas que usarás. Sé que tal vez tengas tu propio lugar pero, aquí y solo aquí está la tela que necesito. 

⏤ OK. 

⏤ Te estarán esperando… No llegues tarde. 

⏤ Claro, solo necesito tomarte las medidas. 

Cassandra sonríe.⏤ Bien, pero rápido, que tengo una comida con mis amigas y no me gusta llegar tarde. 

Así, comienzo enseguida a tomarle las medidas, a preguntarle el largo de la falda y otros detalles que me hacen falta para tomar todo. Ella me contesta rápido, mientras no deja de enviar mensajes por su móvil. Cuando termino, guardo mis cosas y le sonrío. 

⏤ Me regresaré a Grecia, pero, vuelvo en un mes para ver el avance. 

⏤ Si gustas, puedo enviarte… 

⏤ No, no me gusta dar mis datos personales, no confío en nadie. Por eso mis redes sociales están enfocadas en todo menos mi vida personal, solo social. En fin, no faltes a la cita de las telas, gracias. 

Supongo que este es mi señal para irme de aquí. Entonces tomo mis cosas, me pongo la bolsa sobre el hombro y me dirijo hacia la puerta. 

⏤ Mena ⏤ me llama, y estoy a punto de corregirle, pero sé que no entenderá que mi nombre no es Mena, es Lila. Aunque no me molesta que me llamen como mi abuela. Así que volteo y le sonrío.⏤ En verdad eres talentosa, no vayas a arruinarlo. 

Y con lo que me dice, no sé si es algo bueno o malo. Así que solo asiento con la cabeza y salgo del cuarto de hotel. 

Entro al elevador y cuando las puertas se cierran, brinco de felicidad mientras envío el mensaje a mis padres: TENGO EL TRABAJO. Para luego suspirar. Tengo mucho que hacer, y eso me alegra, no puedo creer que tan rápido haya conseguido mi primera clienta. 

*** 

Tan pronto llegué al taller, para ver como estaba la situación ahí, tuve que salir corriendo al local de telas para ir por el encargo que Cassandra me dio. Jamás había entrado a un lugar de telas tan finas, y mientras espero, me entretengo tocando las diferentes texturas que hay y me asombro de los colores. Hay un azul lapislázuli que se me antoja para diseñar un vestido de noche. Supongo que podría llevarme uno que otro metro. 

⏤ Aquí está, señorita ⏤ me dice el encargado. 

Veo sobre la mesa los enormes rollos de tela, y me acerco a la mesa de corte para tocarlos. 

⏤ ¿Cuánto necesita? ⏤ me pregunta. 

Saco mi libreta de apuntes y comienzo a darle las instrucciones, 4 metros, 2 metros y así hasta que termino de pedir. El tendero con una increíble habilidad las corta y luego me las pone en bolsas enormes para que me las pueda llevar. 

⏤ Si necesita más, venga, pero debe ser con cita ¿eh? ⏤ me advierte. 

¡Guau!, no sabía que era tan exclusivo, pienso, mientras trato de cargar las pesadas bolsas y justo en este momento me arrepiento de no haberle pedido el chofer a mi papá. 

El señor muy amable me ayuda a sacar las bolsas del local, pero, al llegar a la puerta, me deja todo ahí, haciendo que sienta el peso de las bolsas sobre mis hombros. Trato de idear como llegaré así al metro, o tal vez, deba tomar un taxi. Decido lo segundo, así que como puedo me acerco a la avenida y subo la mano para llamar un taxi. 

Pasa uno o dos, y solo puedo ver los charcos de agua debajo de mí, moverse con la velocidad de las llantas. Últimamente, ha llovido mucho en Madrid por las noches, así que los charcos han pasado a ser parte del día a día. 

⏤ ¡Vamos! ⏤ murmuro, mientras bajo de la acera para acercarme aún más a la avenida y ver si así me hacen más caso ⏤ ¡solo quiero un taxi! ⏤ expreso, cansada. 

En eso, siento cómo una camioneta pasa a toda velocidad, haciendo que me haga para atrás, y el agua estancada salta a todo mi cuerpo, empapándome sin más. 

⏤ ¡Qué idiota! ⏤ grito, mientras veo mi vestido rosado lleno de lodo. 

La camioneta se detiene más adelante, y momento después, un hombre alto, fornido y de barba tupida baja para ir hacia mí. 

⏤ Lo siento, señorita. 

⏤ ¡Lo siento!, ¡lo siento! ⏤ hablo enojada, mientras siento el lodo en mis labios.⏤ ¿Dónde crees que manejas?, ¿en una pista de la Fórmula Uno? 

⏤ No, no fue mi intención. 

En eso, volteo, y veo que una de las bolsas de tela está completamente llena de agua estancada. 

⏤ ¡Ay, no! ⏤ expreso, al ver que posiblemente la tela más fina del mundo se arruinó. 

⏤ ¿Qué?, ¿qué pasa? ⏤ pregunta, preocupado. 

⏤ Mi tela, si la arruinas estoy perdida… ⏤ le reclamo, y me volteo para revisar la tela. Para mi buena suerte, no hay rastro de que esté sucia, y solo es la bolsa. ⏤ Tienes suerte de que no se arruinó la tela, porque si así fuese, creo que te ahorco, por más grande y fornido y… 

Así, volteo y el hombre ha desaparecido pero, un rostro conocido me sonríe. Guardo silencio de inmediato mientras su sonrisa me hace sonreír. 

⏤ ¿Dama de honor? ⏤ pregunta, incrédulo, haciendo que todo lo que acaba de pasar se me olvide.